El 12 de junio fui a esta presentación de Adrián Paenza. Hoy llego a esta entrevista a través de @jfontgon (gràcies!). Escuchándola me viene a la cabeza aquello de las matemáticas estan en todas partes, acompañado del tedio de los estudiantes al escuchar esta cantinela. Quizá porqué después de tanto oírla siguen sin saber dónde estan, las matemáticas. Mientras tanto, siguen y seguirán preguntado: “-Profe, ¿y esto para qué sirve?”. Buena señal.

Adrián Paenza dice:

Las matemáticas no són los que nos contaron que eran.

Bravo. Puede ser un buen inicio.

Seguramente también habrá profesores cansados de oirse decir que las matemáticas estan en todas partes. ¿Pero qué decir? Difícil respuesta, aunque tengo mis dudas de si este slogan ayuda a visibilizar unas matemáticas más cercanas, más seductoras. Creo que hay matemáticas para todos los públicos y ciertamente las matemáticas son el alfabeto que nos permite interpretar el universo, pero este carácter fundamental invisibiliza a su vez sus aplicaciones.

Adrián dice:

El rechazo que le produce la matemática históricamente a la gente es un síntoma de salud. No hay que preocuparse por eso, es razonable que uno rechaze lo que le enseñan. Por ejemplo, si yo te trajera once marcianos que nunca han visto jugar al futbol y yo te dijera: “Mira, hazme un favor! No saben lo que es el futbol, no saben lo que se pierden, llévalos a un campito y múestreles lo que es.”  Tu los llevas con una pelota, y los pones fuera del área formando una barrera y les dices: “Mira, ustedes quédense acá chichos y yo voy a patear. Ustedes con el cuerpo tienen que evitar que…” ¡Claro! Te van a decir, “si esto es el futbol yo no quiero jugar, no quiero que me peguen pelotazos en la cara”. Nosotros con las matemáticas hacemos eso, lo primero que hacemos es llevarnos a los niños a un lugar inhóspito, árido, difícil, que además no entienden para qué les sirve, y encima cuando van a la casa de dicen a los padres “¿y esto para que me sirve?”. Y los padres tampoco saben, y como ellos no saben le dicen “los vas a ver más adelante”, y nunca lleva más adelante. ¿Cuándo llega el momento?

Ver el rechazo histórico hacia a las matemáticas como un síntoma de salud. El símil de los marcianos que no conocen el futbol para ilustrar que deberíamos preocuparnos por presentar una matemática más seductora. Me gustan estas dos ideas, quizá por qué he puesto a mis alumnos en la barrera, esperando además que les encantara recibir balonazos. Adrián habla aquí de otro tipo de invisibilidad, habla de cómo se enseña y de cómo se aprendre. La primera invisibilidad, la invisible relevancia de las matemáticas, como dice Anton Aubanell, no puede ser tratada, es un hecho. Sobre la segunda invisibilidad, en cambio, hay mucho que decir. En eso estamos.

El mismo rechazo histórico según Dan Meyer (primeros 40 segundos):

Transcripción

Puedo pedirles que recuerden una época en que realmente amaban algo, una película, un álbum, una canción o un libro, y que lo recomendaban de corazón a aquellos que realmente querían, y ustedes anticipaban su reacción, la esperaban, y de pronto llegaba; y la persona la odiaba. A modo de introducción, esta es exactamente la que he sentido cada día de trabajo de los últimos seis años. Enseño matemáticas en la High School. Vendo un producto a un mercado que no lo quiere pero que la ley le obliga a comprar. Es simplemente una causa perdida.

¿De que manera podemos visibilizar (y hacer hueco) a unas matemáticas cercanas, más funcionales, seductoras y bellas?