Joseangel Murcia (@tocamates) está preparando una publicación para una revista de cuyo nombre no quiero acordarme, concretamente “una serie de artículos hablando de blogs, sin afán de ser exhaustivo, pero dando razones de por qué creo (creemos) que es buena idea abrir un blog”.
Me escribió ayer contándome esto y pidiendo respuesta a algunas cuestiones. Con su permiso, me ha parecido adecuado publicarlo aquí.
¿Cómo se llama tu blog? ¿Por qué? ¿Quién escribe en él? ¿Colaboras con otros blogs?
No tiene nombre. Sólo escribo yo, aunque a menudo expreso mi opinión sobre experiencias surgidas en colaboración con otras personas. No colaboro con otros blogs de manera regular, pero intento comentar siempre que puedo. Ken Blanchart dice que el feedback es el desayuno de los campeones.
¿En qué momento decidiste que era buena idea abrir un blog? ¿Alguien te animó?
Inicialmente no creí que fuera una buena idea, más bien pensé que era una pérdida de tiempo, pero me gustaba hacerlo.
¿En qué momento te diste cuenta de que se te iba de las manos (el blog ya no te pertenecía y era “del mundo”)?
No tengo la sensación de que se me haya ido de las manos, y no creo que pueda ser de otro modo. Se trata de un blog personal, centrado en mi propia práctica, de algún modo, es un testimonio (multimedia) de mi recorrido profesional.
Quizá no he entendido la pregunta…
¿Para qué pensabas usar el blog? ¿Es para lo que ha acabado sirviendo?
Inicialmente lo veía como un espacio centrado en mis intereses, tanto personales como profesionales. Con el tiempo me he dado cuenta que la red se crea a partir de intereses compartidos, lo cual hace que sea importante no mezclar temas inconexos.
Tuve ocasión de preguntarle a Dan Meyer por qué le parecía importante compartir experiencias y crear comunidad. Hago mía su respuesta cuando me dijo que hacer sus preguntas en Internet le ayudó a crear una comunidad a su alrededor que le ha edificado, animado, criticado y le ha dado todo aquello que necesita para crecer como educador. La conversación íntegra puede consultarse aquí.
Sin lugar a duda, mi blog es la herramienta de desarrollo profesional más potente de que dispongo. Internamente me proporciona un espacio de reflexión y aprendizaje centrado en mi experiencia, externamente me permite compartir ideas y propuestas por un lado, y crear una pequeña comunidad centrada en mis intereses. ¡Esto antes era imposible!
¿Cuánto tiempo le dedicas a la semana?
A menudo escribo cosas que finalmente no me merece la pena publicar, o publico cosas que no surgieron con la finalidad de ser publicadas (¡como este post!). Me resulta difícil cuantificar, pero sí puedo decir que le dedico bastantes horas.
¿Qué otras redes utilizas? ¿Te toma mucho tiempo? ¿Programas las entradas? ¿Te ayuda alguien?
Consulto casi a diario el correo electrónico, Twitter, YouTube y mi red de blogs. No programo las entradas, quizá porque mi ritmo de producción no lo requiere. Tengo un par o tres de docenas de posts en modo borrador, algunos nacen, crecen y se publican, otros se estancan, y otros tantos mueren antes de ver la luz. En cualquier caso, todos ellos cumplen su objetivo, me ayudan a reflexionar sobre mi propia práctica y a seguir aprendiendo.
¿Te preocupan las estadísticas? ¿El número de visitas? ¿El SEO?
¿Deberían? No, no me preocupan, aunque me interesan, sería ingenuo decir lo contrario. Miro con regularidad el número de visitas, qué posts se leen más, de dónde provienen las visitas… No hago “ingenieria de visitas”, tan sólo trato de escribir posts pensados, críticos, constructivos, con la mirada puesta en que puedan ser útiles a personas con intereses similares a los mios.
¿Eres regular? ¿Cuántas entradas escribes a la semana/al mes? ¿Te tomas descansos?
Intento publicar algun todos los meses, en los últimos dos años he publicado una media de tres posts al mes.
¿Te ha pasado que alguien “de la calle” te haya reconocido como el autor del blog que sigue? ¿Cómo ha sido?
En jornadas, seminarios, talleres y demás happenings educativos es relativamente habitual encontrar personas que han leído mi blog o que me conocen a través de Twitter, del mismo modo que yo tengo el gusto de conocer a las personas que hay detrás de blogs que sigo fervientemente.
¿Qué blogueros son tu inspiración? ¿Qué blogs de matemáticas o de didáctica nacionales o internacionales no te pierdes?
Sigo muchos blogs de docentes de matemáticas y de otras disciplinas, y de personas vinculadas de uno u otro modo a la educación o a las matemáticas. Principalmente me interesan los blogs similares al mío, centrados en la reflexión de aula.
Por la calidad de sus ideas y la manera de gestionar el blog destaco a Dan Meyer por encima el resto, es una constante fuente de inspiración para mí.
A nivel internacional sigo de cerca a Kate Nowak, Christopher Danielson, Sarah Aldous, Sam Shah, Jo Boaler, Fawn Nguyen, Andrew Stadel, Bowman Dickinson, Michael Pershan, Sarah Hagan…
Y a nivel nacional a Boris Mir, Aitor Lázpita, Joan Jareño, Joseángel Murcia (tocamates), Jordi Doménech, Azahara Casas, Antonio Omatos, Joaquin García Mollá, Jaume Sans, Lourdes Domenech, Toni Solano, Ferran Ruíz entre otros.
¿Qué herramientas usas para leer blogs?
Un lector de rss, antes Goolge Reader, ahora Feedly.
¿Aconsejas a la gente que se abra un blog? ¿A todos? ¿Qué es lo mejor que te ha aportado abrir un blog?
Me interesa el blog como herramienta de desarrollo profesional, y creo que en ese sentido es un recurso tan potente como poco explotado. Así que lo aconsejo fervientemente.
Animo a todas mis compañeras/os a abrir un blog para a compartir su experiencia personal, sus éxitos y sus preguntas. Les animo a escribir sobre aquello que les haga vibrar, y les sugiero que lo hagan centrándose en el proceso más que en el producto, a hablar de ingredientes, no de recetas, a poner el acento en compartir reflexiones más que en mostrar resultados.
¿Tu blog habla solo de matemáticas? ¿No te entran ganas de comentar otros temas? ¿Cómo te reprimes?
Habla de tres temas relacionados: educación, matemáticas y educación matemàtica. E intento hacerlo siempre a partir de mi propia experiencia, raramente publico nada que no haya pasado por mi estómago, para difundir la opinión de terceros hago servir otros canales, como por ejemplo Twitter.
La tentación de comentar otros temas es grande, pero me parece clave escoger un ámbito temático, la red se nutre del interés compartido.
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